Sonia Sosa ha trabajado la enfermería por 27 años consecutivos, y actualmente se desempeña en el Centro Materno de Macuto en Vargas. Andy Aguiar, lleva los mismos años de funciones, y está destacada en el ambulatorio Ricardo Vaquero de Caracas. Pero estas trabajadoras de la salud, tienen otra cosa en común, un salario mensual de BsF 1.480.
La convención colectiva que agrupa estos trabajadores está vencida desde el año 2002, lo que ha generado múltiples protestas del gremio nacional, quienes manifestaron sentirse excluidos por las autoridades.
En la actualidad, un profesional de la enfermería, con más de 25 años de trabajo, recibe una asignación mensual de 1.480 bolívares en promedio.
"Nosotras debemos trabajar durante largas guardias para recibir un sueldo ínfimo que no nos alcanza ni para las medicinas. Cómo es posible, que el Gobierno ha homologado a otros profesionales, y nosotros que trabajamos con las uñas, nos desprecia", denunció Sosa.
La trabajadora enumeró el viacrucis que vive para ejercer sus labores. "Bajo sueldo, trabajamos sin insumos y sin equipos especializados, sin olvidar, que debemos cuidar nuestra integridad física en los hospitales y ambulatorios, por los robos y los ataques de las bandas armadas en contra de los trabajadores de la salud", agregó.
Para completar el calvario, Olivia Zurita, ex presidenta de la Federación de Enfermeras, denunció que el Ministerio para la Salud, no ha respetado los acuerdos firmado en el 2002.
"Nosotros oficializamos un contrato colectivo que ha sido letra muerta, y que se suponía iba a mejorar la condición social de 45 mil trabajadores, pero ninguno de los beneficios estipulados fueron cancelados por el Ministerio para la Salud, y de paso, se excluye a los jubilados y pensionados", aseveró.
Olivia Zurita, informó que un trabajador jubilado del gremio, recibe un sueldo básico mensual de 967 bolívares fuertes.
Otro de los aspectos que preocupa a estos empleados, es la no ratificación de los ganadores de los comicios electorales del colegio de enfermeras y enfermeros de todo el territorio.
"Teníamos la esperanza que con la escogencia de los nuevos representantes gremiales, nuestros derechos serían respetados. Pero que va, estamos peor, con pocos beneficios y sin obtener el respeto al sufragio universal", agregó la enfermera Andy Aguiar.
El Universal.
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