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domingo, 8 de mayo de 2011

82,6% de la población ocupada tiene un empleo precario.


Buhoneros en Caracas | Nelson Castro
El desempleo ­que afectaba en marzo a 1 millón de venezolanos, según el Instituto Nacional de Estadística­ no es el único indicador que refleja la situación del mercado laboral. Un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello señala que la precariedad del empleo es también un problema que ha empeorado en los últimos años.


La investigación encontró que 82,6% de la población ocupada ­9,5 millones de personas­ posee un empleo precario. Los resultados, que corresponden a 2008 por ser el último año del cual estaban disponibles las cifras de la encuesta de hogares por muestreo del INE, indican que la precariedad del empleo ha aumentado durante la presidencia de Hugo Chávez.


En 1997, año utilizado como punto de partida de la investigación, 69,8% de la población ocupada ­5,6 millones de personas­ tenía un empleo precario y 30,2% uno de calidad.


Estos últimos incluso disminuyeron en términos nominales, de 2,44 millones a 2 millones, en 11 años.


La investigadora Genny Zúñiga, responsable del estudio, indica que es posible suponer que la precariedad ha seguido aumentando desde 2008. "Todos los indicadores económicos apuntan a eso. También hemos visto que las protestas laborales se han hecho más frecuentes".


Venezuela experimentó una recesión que hizo retroceder el producto interno bruto 3,3% en 2009 y 1,9% en 2010.


La inflación acumulada desde diciembre de 2008 hasta la fecha, en tanto, se ubica en 71%; mientras que el aumento de las remuneraciones en el período apenas suma 52,5%.


Zúñiga destaca que una de las principales conclusiones de la investigación es que las disminuciones en las tasas de desocupación e informalidad en los últimos años ­según los datos del INE­ no reflejan las verdaderas condiciones en las que se encuentra el mercado laboral.


"La discusión pública se centra en el índice de desempleo: si sube es malo, si baja es bueno. Cuando se quiere ir más allá se habla de la informalidad. Eso es importante, pero no es lo único. Que haya más personas ocupadas no significa que mejoraron sus condiciones de vida", dice.


Agrega que las políticas oficiales no sólo deben estar orientadas a que haya más empleo sino a que sea de mejor calidad.


Para lograrlo hay que aplicar lo que define como la receta básica: políticas económicas que impulsen la inversión privada y el desarrollo de la pequeña y mediana empresa.



Medición de variables


Zúñiga señala que la investigación consistió en elaborar un índice que mide variables como el ingreso salarial, la estabilidad laboral, la relación entre horas trabajadas y pago recibido, la subutilización del recurso humano y la duración de la jornada.


Un empleo es precario, en términos de ingreso, cuando la remuneración del trabajador está por debajo de 90% del salario promedio del grupo ocupacional al cual pertenece.


La precariedad por estabilidad laboral está representada por la ausencia de beneficios como prestaciones, vacaciones y utilidades.


En cuanto a la relación entre horas trabajadas y pago recibido, se considera precario el empleo de quienes laboran más de 35 horas semanales y ganan menos de un sueldo mínimo y de quienes trabajan más de 48 horas semanales y perciben menos de 2 salarios base.


La subutilización del recurso humano se produce cuando la capacitación del trabajador supera la requerida para la función que realiza. Un ejemplo son los profesionales que se desempeñan como taxistas. La precariedad por duración de la jornada laboral hace referencia a las personas subempleadas.


El estudio determinó que 63,6% de los empleos son precarios por el salario; 21,4% por la subutilización del recurso humano; 21,1% por la ausencia de beneficios; 20,7% por la relación entre horario y sueldo, y 2,2% por la duración de la jornada laboral.


Un trabajador puede reunir varias de las condiciones que definen a un empleo como precario. De hecho, 32,2% de la población ocupada tiene un nivel de precariedad alto y 31,8% uno medio. Es decir, combinan tres o más de las variables analizadas.


El nivel de precariedad también ha crecido durante el gobierno de Chávez. En 1997 los empleos alta o medianamente precarios eran 55,9% del total o 4,52 millones de personas.


En 2008 los puestos de trabajo en tales condiciones eran 64% o 7,36 millones de personas.


En cuanto a las razones, la situación igualmente ha empeorado. En 1997 la precariedad por salario era 55,8%; por ausencia de beneficios, 18,7%; por subutilización del recurso humano, 10,4% y por relación entre horario y sueldo, 10%.

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