El Nuevo Sindicalismo rechazó de manera categórica este jueves la agresión de la que fue víctima el dirigente sindical José Luís Morocoima, Secretario del sindicato de Bauxilum, Sutralumina, en el Estado Bolívar cuando fue golpeado y herido de bala por personas que evitaban que llevara a cabo una asamblea de trabajadores en las inmediaciones de la empresa.
Ygor Lira, miembro de esta organización y Secretario ejecutivo de la Federación de trabajadores de las telecomunicaciones en Venezuela, Fetratel, aseguró, “Este atentado puede ser perfectamente calificado como una práctica fascista del gobierno regional. Responsabilizamos en primer lugar al Presidente de esta empresa, José China, así como a los miembros del Control obrero, entre los que se encuentran el consultor jurídico Martín Barrios, quienes estaban al frente del grupo del sindicato de la construcción, dirigido por Pedro Escalona de Muralla Roja”.
Señaló además, que no es la primera vez que Morocoima y otros dirigentes sindicales de las empresas básicas de Guayana han sido amedrentados por parte de miembros de estas pandillas, pero “Si es la primera vez que ocurre un acto así, pues hasta los momentos la violencia sindical se había mantenido en los sindicatos de la construcción”.
Lira consideró que el Gobierno nacional “busca que los trabajadores no continúen haciendo sus reclamos reivindicativos frente al patrono. Actualmente, quienes dirigen las empresas del hierro y el aluminio han perdido toda credibilidad en la clase trabajadora, es por esta razón que recurren a la violencia utilizando grupos violentos como brazos armados para infundir el terror entre la masa laboral.
Por su parte, Pablo Zambrano, integrante de El Nuevo Sindicalismo y miembro del Movimiento autónomo independiente de trabajadores del sector salud, MAITRASS, anunció que el movimiento sindical venezolano se declara en estado de alerta ante lo sucedido a Morocoima y que lucharán con todos los medios a su alcance para evitar la impunidad, que según expresó, “suele ocurrir en estos casos”.
Morocoima, recibió un disparo en su glúteo derecho y múltiples heridas producto de los golpes que recibió. Su estado es de cuidado y se encuentra fuera de peligro recuperándose en una Clínica de Ciudad Guayana.
Ygor Lira, miembro de esta organización y Secretario ejecutivo de la Federación de trabajadores de las telecomunicaciones en Venezuela, Fetratel, aseguró, “Este atentado puede ser perfectamente calificado como una práctica fascista del gobierno regional. Responsabilizamos en primer lugar al Presidente de esta empresa, José China, así como a los miembros del Control obrero, entre los que se encuentran el consultor jurídico Martín Barrios, quienes estaban al frente del grupo del sindicato de la construcción, dirigido por Pedro Escalona de Muralla Roja”.
Señaló además, que no es la primera vez que Morocoima y otros dirigentes sindicales de las empresas básicas de Guayana han sido amedrentados por parte de miembros de estas pandillas, pero “Si es la primera vez que ocurre un acto así, pues hasta los momentos la violencia sindical se había mantenido en los sindicatos de la construcción”.
Lira consideró que el Gobierno nacional “busca que los trabajadores no continúen haciendo sus reclamos reivindicativos frente al patrono. Actualmente, quienes dirigen las empresas del hierro y el aluminio han perdido toda credibilidad en la clase trabajadora, es por esta razón que recurren a la violencia utilizando grupos violentos como brazos armados para infundir el terror entre la masa laboral.
Por su parte, Pablo Zambrano, integrante de El Nuevo Sindicalismo y miembro del Movimiento autónomo independiente de trabajadores del sector salud, MAITRASS, anunció que el movimiento sindical venezolano se declara en estado de alerta ante lo sucedido a Morocoima y que lucharán con todos los medios a su alcance para evitar la impunidad, que según expresó, “suele ocurrir en estos casos”.
Morocoima, recibió un disparo en su glúteo derecho y múltiples heridas producto de los golpes que recibió. Su estado es de cuidado y se encuentra fuera de peligro recuperándose en una Clínica de Ciudad Guayana.
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