En más de una oportunidad, el presidente Hugo Chávez ha hecho severas críticas a los médicos venezolanos. Ahora, su reconocimiento de que decidió operarse en Cuba del cáncer que padece abre nuevas interrogantes sobre su grado de confianza en el sistema de salud del país.
Para los profesionales venezolanos resulta, al menos, incómodo que el primer mandatario haya optado por seguir su tratamiento en otro territorio: "No creo que los médicos cubanos sean mejores, ni estén mejor preparados que los venezolanos, sobre todo porque no tienen acceso a la tecnología, información y congresos internacionales a los que nosotros podemos asistir", afirmó Gerardo Hernández Muñoz, miembro de la Sociedad Venezolana de Oncología.
El cirujano oncólogo José Reina opina que es positivo que cada quien tenga la posibilidad de escoger con quien tratarse, pero asegura que "la medicina venezolana está capacitada para responder y dar tratamiento a los pacientes con cáncer".
Hernández Muñoz llama la atención sobre la poca atención que reciben las instituciones de salud venezolanas.
Opina que aunque el Hospital Luis Razzetti forma a excelentes profesionales en el tratamiento de esta enfermedad, es "la cenicienta del Ministerio de Salud". Considera que desde esta instancia no se le brinda el suficiente apoyo en cuanto a la dotación de materiales y equipos. Sin embargo, sostiene que ofrece un excelente servicio con los pocos recursos que tiene aunque no cuentan con una sede adecuada. "Tiene 75 años y aún se ubica en un hueco en Cotiza", dijo.
Para Juan Correa, presidente de la Sociedad Médica de El Llanito, en Venezuela hay suficientes centros para atender a los pacientes que sufren de cáncer. "Las clínicas tienen algo más de recursos, pero la medicina pública está dotada con equipos y unidades de quimioterapia, radioterapia, salas de cirugía y, en general, los servicios fundamentales", sostiene.
"El Presidente tomó una decisión personal y se le respeta. Indudablemente eso tiene una connotación sentimental y política, pero por eso no nos vamos a sentir humillados", destacó Correa.
En malas condiciones
Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, tiene una visión más crítica de la situación hospitalaria y del tratamiento de la enfermedad. Para él, el hecho de que en el área metropolitana sólo los hospitales Luis Razzetti y Padre Machado brinden atención especializada da cuenta de un grave déficit en el sistema de salud público.
"Hace 20 años que se está construyendo un hospital oncológico en la Guarenas-Guatire, que en 12 años de este gobierno no ha tenido continuidad", recuerda. Sobre los dos primeros centros asistenciales añadió que se encuentran en franca bancarrota. A raíz de esto, afirma que la capacidad física, el número de camas operativas para atender a pacientes y la dotación de insumos y medicamentos son insuficientes para tratar este tipo de patologías.
Dice que esta es otra de las deudas sociales del Gobierno, que debería garantizar por mandato constitucional la salud y la vida. Para León, la decisión de Chávez de tratarse fuera de Venezuela indica que él o, en todo caso, su grupo político, no confía en la medicina venezolana: "Se está potenciando una medicina como la cubana, que se quedó estancada en los años setenta, que era cuando medianamente era reconocida en América Latina. Sin embargo, tenemos entendido que en su equipo médico participa algún venezolano".
Señaló que las farmacias de los hospitales pueden dar la falsa impresión de que están dotadas al mostrar cajas en sus estanterías, pero hizo notar que en esos casos nunca se ven los frascos. "Son cajas vacías. Cuando un médico de pabellón solicita un medicamento nunca lo recibe. En muchos casos sólo están disponibles para los directores de las instituciones y sus asistentes. Hay que sincerarse", señaló.
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